Hyper-saturados



Supongo que hay que pararse para darse cuenta, y es que mientras el tiempo pasa inexorable nos vamos adaptando a una nueva realidad, y esa no es otra que la de vivir conectados los unos con los otros, aunque nos guste más o menos. El ser humano es social por naturaleza.  



No es necesario llegar al punto de las novelas de ficción, pero tampoco debemos negar la realidad. Lo justo es observar el día a día, y ahí se puede ver que la sociedad en la que vivimos evoluciona a gran velocidad. Y muchas veces no nos damos cuenta de como los cambios se suceden a nuestro alrededor, lo cual puede generar 'pequeños disgustos'. 

Pienso ahora en los detalles que hacen que cada día sea diferente, y me fijo en que muchas cosas están cambiando rápidamente aunque no nos damos cuenta. Un caso especialmente curioso es la intrusión de los mal llamados 'smartphone' en nuestro día a día. Muchos de nosotros nos hemos vuelto especialmente eficaces gracias a ellos, y otros muchos propietarios, simplemente no sabemos lo que en realidad podemos hacer con ellos. Pero esto no es malo, cada usuario tiene una experiencia, y es lógico que no todo el mundo sea capaz de adaptarse al teléfono inteligente. 




El otro día un amigo mío, que para nada se lleva bien con la tecnología, me enseñaba en su nuevo teléfono una aplicación que gestionaba datos relacionados con su actividad deportiva. Quedé sorprendido, pues me estuvo enseñando una ruta específica que había hecho en su carrera. En la pequeña pantalla del dispositivo aparecían detalles como calorías quemadas, tiempo empleado y trazado recorrido. Me encantó ver cómo este chico había sacado su fruto a su nuevo teléfono, y es que cada uno puede encontrar su propio camino dentro de las nuevas tecnologías. 

Yendo más atrás en el tiempo, otra amiga mía me discutía los usos que yo hacía de mi iPhone 3GS. Ella se mostraba escéptica acerca de lo que le contaba, pero no tardó en pasar por el aro y dar de alta una tarifa de datos. No es que yo la hubiese influido, quizá en cierta medida sí, pero el caso es que tenía un nuevo teléfono y poco a poco empezaba a descubrir aplicaciones. Supongo que a estas alturas ya habrá probado un puñado de ellas, y a eso se le llama 'experiencia de usuario'.

Llegados a este punto me doy cuenta de hasta que punto uso las nuevas tecnologías para estar en contacto con mi gente. Mis círculos sociales son estrechos, creo que llevo una buena gestión de quién es quién en mi vida, y a veces me sorprendo de lo bien que lo he llegado a implementar.


En mi día a día, las personas de mi entorno tienen un acceso filtrado a mi ente virtual. La gente de confianza está en mi Twitter y en mi Facebook, y de los demás simplemente tengo su mail en Gmail junto con su teléfono, si procede. Creo que en realidad todo esto es un mecanismo de protección virtual. No puedes dejar que todo el mundo vea todo, es el concepto de los círculos de Google+, pero de forma expansiva. He visto gente que no pintaba nada en mi entorno más cercano comentar publicaciones mías de forma negativa, y eso me desespera. Cuando alguien me incomoda, simplemente me lo llevo a un círculo más lejano de mi día a día, llegando así a quitar a mucha gente de Facebook porque no me aportaba nada. Muchos se cabrean cuando se dan cuenta, pero es ley de vida, no te puedes llevar bien con todos a la vez, es lógico que con unos tengas más afinidad que con otros, y desde este punto de vista, todo se vuelve más sencillo. 

Os invito a que probéis esto, haced una correcta gestión de vuestros contactos en todos los nodos donde os topéis con ellos, os aseguro que a la larga es una práctica sana. 

Comentarios

Entradas populares